lundi 9 février 2009

Caviar en Moscú







Entre tos y tos de esas que parece que te arrancan todo el plexo solar, consecuencia del catarro que me ha cogido prisionero, reflexionaba yo (a veces pasa) y me decía que tengo, queridos amigos, que honrar mi promesa y hablaros del caviar en Moscú. Eso de ser un hombre de palabra es bastante penoso, sobre todo cuando lo que te apetece es meterte en el sobre con un buen grog y, hale, a hacer seda. Pero, ahí vamos.

En primer lugar os he puesto la foto de dónde NO hay que ir a comprar, pero vamos, ni caviar ni nada. He hecho como el rey aquel que publicó unas instrucciones para diferenciar las monedas verdaderas de las falsas: se metían todas en un baño de ácido y las verdaderas se diluían, con lo cual ya se sabía que las que quedaban eran las falsas. Bien, vale de chistes malos (es la fiebre). Pues eso, que al supermercado de la foto: "Eliseeva", que está en la calle Tverskaya vais a eso, a hacer una foto porque es espectacular, pero de comprar nada, que está todo carísimo.

A por caviar, vais al mercado de Tulskaya. En fin, se llama "Danilovski", pero todo el mundo que conozco le llama el mercado de Tulskaya. ¿Y, por qué, diréis con cierta razón? pues porque está en la estación de Metro del mismo nombre. Os he puesto un plano del metro y marcado la estación con una flecha. En la foto de Google earth, el mercado es ese edificio singular y casi-casi redondo.





Y una vez allí, pues hale, a defenderos como podáis, porque ahí sí que no hablan inglés. El mejor puesto está en el centro del mercado y las diebushkas que lo atienden, en cuanto os vean con esa cara mezcla de pánico y de despiste que llevamos todos en parecidas circunstancias, ya saben a lo que váis. El resto, pues eso, el idioma de señas y tal siempre funciona.

Que os lo pongan en una cajita de plástico para pasar la aduana, y ni un gramo más de los doscientos gramos permitidos, que luego os pasa lo que a un colega, que lo pillaron con medio kilo (cuando estaba a precio razonable) en el aeropuerto de Sheremetievo y se tuvo que comer trescientos gramos delante del aduanero que se retorcía de risa. Y a palo seco y sin vodka.

5 commentaires:

  1. Gracias!
    Porque yo como caviar para desayunar y la verdad que siempre me he preguntado donde comprarlo!
    Por cierto, ya en serio, que pasa que alli esta a precio de SAldo?

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  2. Excelente, Chalotte Harris, el caviar es un gran desayuno, con unos blinis y un poco de crema agria y si no quieres empezar con el vodka desde tan temprano, una copa helada de Pommery :-)

    Y no, no está barato. Estaba a bastante buen precio todavía hace unos dos años (por "bastante buen precio" quiero decir que te comprabas 200 gramos por lo que costaba aquí un frasquito de 30 gramos), pero ahora está disparado, sobre todo el beluga.

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  3. Lamento siceramente su estado de salud. Yo pensaba que los enmascarados metálicos estaban libres de contagio de las enfermedades terráqueas, pero parece que todos tenemos nuestras flaquezas. Don Soro, el remedio de los ancestros ... un ponche, una aspirina y al sobre. Y, ahora, me meto donde no me llaman. POSIBLE, solo posible, receta para el ponche: leche muy caliente (sin grasa, 1%, 2%, entera, de vaca, de cabra, de soja, no tiene tanta importancia. Preferiblemente no de burra a no ser que la Cleo estuviera por allí, en cuyo caso olvídese de la receta y ya sabrá usted que hacer para sudar el catarro), una yema de huevo zambullida en el ardiente líquido y explotada, agitada y mezclada por medio de una cucharilla (preferiblemente de metal y limpia)con el líquido elemento. Para que la mezcla (suspensión, disolución,aleación, o lo que corresponda) se ponga contenta (y el enfermo mejore su estado de ánimo) añádasele un chorrito, o dos chorritos, o vaso, o lo que el cuerpo pida, de cognac, brandy, bourbon o lo que tenga a mano (el ron no van tan bien, la verdad sea dicha, y el Anís del Mono no se aconseja porque puede subir la calentura). Para finalizar, tómese la clara del huevo recién descascarado (ojo, ¡cuidado!,no se adelante y se la vaya a tragar así a palo seco) y echándole azúcar al gusto (¡toma azúcar!), móntese un merengue denso, cremoso, brillante, níveo. En la taza (no iba a ser en un plato) donde se haya realizado el brebaje, se deja flotar el merengue y se atusa (como con los bigotes, pero esta vez no a mano si no a cuchara o cuchillo) para que cubra el contenido uniformemente. ¡Mano de santo, Don Soro, mano de santo!

    Haga lo que haga, que se restablezca pronto. El mundo, los descubrimientos, las nuevas experiencias, le esperan y debe enfrentarse a ellas pletórico de fuerzas. ¡SALUD!

    Y, válgame Dios, yo no sabía que también en Rusia había centuriones. Pobre gente, tanto caminar calzada arriba, calzada abajo aguantando al César de turno, y al final, a los buenos de los centuriones les han cortado los ... huevitos negros esos con los que hacen el caviar. Y yo me pregunto por qué a las huevas del besugo, por ejemplo, no les ponen nombre propio también. Por ejemplo, "Raivac". Así se escribe la vida.

    Buen provecho y que la sigan pasando muy bien. Salud para todos y para Don Soro en especial.

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  4. ¿Y puedes recomendar algún restaurante bonito donde comer buen caviar con blinis a un precio razonable? Gracias

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  5. Hola, "viajar con estilo" y bienvenidos al diario de un aburrido. Para decir la verdad, nunca he comido caviar de esturión en un restaurante en Moscú. Moscú es una de las ciudades más caras del mundo, y el caviar negro ha subido de precio de forma meteórica, hasta ponerse casi al nivel de por aquí, o sea que de precio razonable hay pocas posibilidades. Sí tiene buen precio en muchos restaurantes el caviar rojo, "queta", de salmón de Kamchatka que -hay que decirlo- no se parece en nada al caviar de salmón que se fabrica por aquí, es mucho mejor.

    De restaurantes bonitos, el más famoso sin duda es el "Cafe Pushkin", en el bulevar Tverskhoy (metro Pushkinskaya), y desde luego, tienen caviar beluga con blinis en la carta. Pero si ya, comer un buey Strogonoff y unos piroshki, te puede costar la tira, no te digo lo del caviar. Ahora, el sitio tiene mucho encanto: es una casa "ancien régime", con paredes de piedra y un ambiente cálido y sugerente. Para una cita galante es idóneo (si tienes 300 euros a mano).

    Sólo he estado una vez. En general prefiero los buenos restaurantes donde va la nueva clase media rusa, como la cadena Iolki Polki, el Taras Bulba en la calle Pianitskaya o cualquier restaurante de la Kutnevsky Most.

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