mercredi 2 octobre 2013

Breaking Bad, Walter White, James Watt y la biela-manivela


Me vais a permitir, mis queridos amigotes que me desvíe un poco de la línea habitual de éste, vuestro blog (oye, y si no lo sentís como vuestro, pues ustedes veréis) para contaros cómo me quedé con el alma en un vilo, ojiplático, pelihirsútico, gallinapiélico y boquiabiértico el lunes, en el que, por fin, vi el último episodio de “Breaking Bad”, la serie que ha traído de cabeza a todos los seriéfilos del mundo mundial. Vale, no voy a contaros demasiados spoilers, que luego mis lectores se me soliviantan porque que si van por la segunda temporada, que si les quedan tres episodios para llegar al final, etcétera.


Pero no, no voy a hablar de lo mucho que me han tenido en vilo los últimos seis episodios de la temporada cinco… porque  ¿cómo es posible ir en ese crescendo infernal, cuando uno ya cree que ha pasado todo lo posible, todavía la serie rice el rizo y te sorprenda con algo todavía más fuerte? Menos mal, que un servidor se lo tomó con calma y una Leffe:



Pero, de lo que quiero contaros unas cositas hoy es de las maravillas técnicas que es capaz de hacer Walter White, sobre todo en el último episodio (oigan, si no quieren seguir leyendo, no sigan, que algo de spoiler tiene que haber. Venga, id a ver mi entrada anterior sobre las cinco villas yel prepirineo aragonés, que, además, tiene muy pocas visitas, con lo bonito que es)


Ya hay danzando por ahí, en la web un artículo sobre química de la serie y la fabricación de Metanfetamina. Podéis leerlo pinchando aquí. Y yo me digo, Sorokincillo, si la gente habla de Química, ¿por qué no vas a hablar tú de Mecánica, cuitadiño? Y dicho y hecho, me puse a analizar el mecanismo que se monta Walter White en el último episodio para poder ametrallar desde lejos mientras la ametralladora recorre todo un arco haciendo disparos. (ojo, spoilers).






El mecanismo, no es otro, mis queridos cuates que una biela-manivela, funcionando al revés. Una biela-manivela sirve, en general para transformar un movimiento rectilíneo en otro circular:



La barra verde en el dibujo que os he puesto está guiada para seguir un movimiento horizontal y empuja a la biela B-A y a la manivela A-O a seguir un movimiento circular. A la barra verde la mueve un émbolo. Por ejemplo la caldera de una locomotora, mientras que la manivela mueve las ruedas del tren. Astuto ¿eh, currinchis?



Pues el hecho es que el mecanismo es bien conocido desde el siglo VII o por ahí, pero tuvo que ser James Watt, en el siglo XVIII a quien se le ocurrió utilizarlo en una máquina de vapor, que había inventado otro manús, pero a la que no se le habían encontrado utilizaciones demasiado prácticas.  Como veis, Watt, White… todo está relacionado, como cuentan esos mails que circulan sobre las semejanzas entre Lincoln y Kennedy, sin tener en cuenta todas las diferencias. Pero bueno, ahí le vamos.



Total, que Walter White utiliza la biela-manivela al revés: hace girar la biela, se supone que con un motor eléctrico (se ve como la conecta a la batería del coche) y la biela al girar hace que la barra horizontal, sobre la que ha montado la ametralladora haga un movimiento de vaivén, friendo a todo el que se le ponga por delante.


Bueno, no sigo, que mi objetivo es puramente técnico, no quiero chafaros el final de la serie, porque me vais a odiar. Prometo que la próxima vez os contaré como comprar champagne en Epernay, que seguro que es un tema que os interesa mucho más.


Besotes

12 commentaires:

  1. Menos mal que ya he visto la serie entera, que llego a leer este post antes ¡y hubiera caído sobre ti toda mi ira!
    Qué bonito este momento Mac Gyver, me recuerda a una amiga del cole, que apuntaba en un cuaderno todos los inventos y trucos de la serie. No sé qué habrá sido de ella. Espero que sea ingeniera, y no terrorista.

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    1. Bueno, pues menos mal que he evitado la catástrofe por un pelo. Ya he visto tu post dedicado al mismo aasunto y ya he visto que no has dejado caer ni un spoiler. Muy bien.
      Mac Gyver me la perdí. No sé. tal vez estaba en México o en Luxemburgo.
      Momentos MacGyver en esta, pues no hay muchos... pero qué me dices de ese momento tan entrañable y simpático del tío Salamanca dándole al timbre para cargarse al de los pollos. Enternecedor ¿no?

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  2. Cuitadiño!, jajajaja, dende luego MacSorokin siempre me arrancas una sonrisa.
    Ni puta idea de la serie esa pero ya recuperando terreno ( está bajando vía Utorrent).
    Encanto, bicos.

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    1. Ja ja ja, Ohma, ¿te gustó lo de cuitadiño?. Es que, te diré un secreto: yo tuve un bisabuelo gallego. Claro, que no lo conocí, pero algo siempre se te queda pegado via los efluvios mentales de mi antepasado. Vamos, digo yo que será eso.

      Y estoy seguro que la serie te gustará.

      Un beso

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  3. Vaya, no sabía que controlabas tanto de mecánica, me vengo yo a enterar por tu blog de cosas como esta (nos debes la entrada de la compra del champagne).

    Bueno, la serie nunca me enganchó, aunque sigo algo por mi churri, me comentó que el final fue bueno aunque predecible, yo la encontraba bastante violenta parami gusto, si te soy sincera.
    Abrazos

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    1. Sí, tienes razón, Claudia. Ha sido un ex-cursus. No he podido resistirme a contarlo tras haber pasado un tiempo a reflexionar sobre qué mecanismo había inventado Walter White.

      Por supuesto que voy a volver a mi ser normal y la próxima entrada será sobre la compra de champagne.

      Abrazos

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  4. Un año más lanzaré la convocatoria del IV Concurso Internacional de Gastronomía de Apicius. Espero verla/o, como el año pasado, por el mismo al que queda invitada/o.
    La convocatoria oficial la pondré en mi blog la cocina paso a paso en unos días.
    No le he podido invitar por e-mail, como lo hago con otros, al no ver su dirección electrónica en su blog.
    Perdone esta intromisión.
    Que pase un buen día.

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    1. Muchas gracias por la invitación, Apicius. Su comentario nunca es una intromisión, siempre es bien recibido. Me pondré a pensar en el tema del Concurso desde ahorita mismo

      Saludos

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  5. Yo ya sabe su merced que estoy enganchada a la serie, pero que voy a poquito a poco no porque lo quiera así (soy capaz de zamparme temporadas de una misma serie en un día), sino que esta serie es de las pocas que comparto con el amorcillo, y claro la parafernalia de día tranquilo, cenita, buen vino, etc... no siempre se puede montar todos los días, así que ahí voy, mordiéndome las uñas, los muñones. A veces me entra la tentación de beberme a escondidas todo lo que me queda y hacerme luego la de nuevas... pero la verdad que yo no tengo las tablas de Bryan Craston.. y me es difícil disimular... :-)

    Así que nada, paciencia... Mientras tanto me he visto sola todo el ascorrio de los zombis, (The Walking Death) que juré que nunca lo haría y al final caí... Y creo que me voy a poner con Treme, la ha visto, Monsieur?? Supongo que sí: Nueva Orleans, jazz... una tentación para Sorokin!

    Abrazotes

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    1. Ah, Madame, es que las obligaciones sentimentales a veces son mucho más fuertes que las herrumbrosas cadenas de la mazmorras. En fin, no se apure su merced, que todo llega y ¡ay! mucho mas pronto de lo que uno piensa. Y los walking dead no los quiero ver ni en pintura, selbverständlich. A pesar de que maestros de la profesión periodística la han puesto a descender de un pollino, yo me veo mi segunda temporada de "the Newsroom", y tan ricamente, que para eso la ha parido mi casi-tocayo Sorkin. Treme ví algunos episodios. Creo que sí, que me la voy a bajar.

      Abrazos, Madame

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  6. Yo también me quedé apoteósica perdía con los últimos capítulos. Genial el cierre de tan gran serie, a diferencia de Dexter, que quedó bastante flojingui. Buen análisis mecánico, por cierto. :)

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    1. Pues a Riddley Scott parece que no le gustó el final. Claro, que dijo que no había visto nada de la serie, así es que claro, no entendió de la misa la mitad. Lo siento porque yo era fan de Riddley y ahora me ha decepcionado.

      Bueno, lo de Dexter es que no lo he seguido. No sé, tanta sangre me daba como repelús.

      Saluditos

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