mercredi 20 août 2014

A vueltas con la familia Durrell: Gerald y otros animales. Para acabar, un postre de cerezas al estilo de Viena



Mis queridos y pacientes lectores, ya sé que el mes de Agosto no es un buen mes para continuar dándoos la brasa con la familia Durrell, que es más bien un mes para relajarse a la sombrita con una buena cervezota. En fin, quiero decir, los que andáis disfrutando (o sufriendo) los climas del sur, porque por aquí, por Bélgica, lo que mola más bien es una taza de chocolate bien caliente, pero, vaya,  para desanimar a vuestro bloguero amado, hace falta más caña que un poco de lluvia (a torrentes) y 12 graditos al sol. Así es que, ahí le voy con la familia Durrell. 

En mi entrada del mes pasado os conté mis sensaciones tras leer "El cuarteto de Alejandría" de Lawrence Durrell. Alguien me dijo, acto seguido que no iba a entender nada si no me leía el libro de su hermano Gerald (Gerry) "Mi familia y otros animales". Y vale, lo tuve que encargar, porque ni en Waterstone's les quedaba un ejemplar. Y valió la pena. Es un libro para partirse de risa contando las aventuras de toda la famila, que se fué a vivir a Corfú en 1935. No tengo claro si en Kalami o en Kontokali, pero tanto da:





Un servidor de ustedes vosotros estuvo en Corfú hace ya bastantes años, en concreto en Kontokali. Iba con mi primera pareja seria a pasar unas vacaciones maravillosas (aunque, tal vez ella las recuerde como un peñazo insoportable). Una mujer bella, encantadora y amable, pero que le montó una al Maître del hotel que no se me olvidará. Llegamos a cenar a las 21h31, cuando el límite eran las nueve y media. El Maître, en un plan totalmente griego, nos lanzó de mala gana el mantel sobre la mesa. Mi chica, toda tierna y sonriente, se levantó y le dijo: "- Parlez vous français?", -"Oui Madame", dijo él, desprevenido, y... acto seguido le cayó encima una de las broncas más espectaculares que yo he visto en directo. El hombre solo acertaba a decir "Brava, Madame, brava Madame". Y servidor, que como todos sabéis, es un tímido de campeonato, sentado en la silla, con la boca colgando. ¡Qué mujer! en fin, fué hermoso mientras duró.

Pero a lo que voy, que me enrollo con temas que no hacen al caso, voy al tema Durrell. Me escribieron en un comentario en mi entrada sobre "El cuarteto" que era difícil tomarse a Lawrence (Larry) en serio después de leer el libro de Gerry. Cierto es que en "mi familia, etc", Larry siempre hace un papel del típico pedante que se considera un artista y que abruma a su familia con sus cosas. Pero, leyendo la reseña de la Wikipedia sobre Gerry, se entera uno que fué Larry quien ayudó a su hermano chico a escribir el libro, o sea que las situaciones tan chuscas que cuenta el pequeño y que te hacen soltar la carcajada en voz alta, vienen inspiradas por su propio hermano.

Como veis ¡Oh amigos! en estas fotos que he sacado de Internet, Gerry era un chico simpaticote y amante de los animales:




Gerald Durrell en Corfú

Leyendo el artículo en la Wiki, se entera uno que lo que cuenta el libro, además, es verdad solo parcialmente, porque se supone que la familia (incluída una de esas madres británicas, estoicas, que todos adoraríamos) vivía junta y que Larry estaba soltero y sin pareja. Pues no; parece que en realidad, él ya estaba casado con su primera mujer, quen tambien estaba en Corfú:



Lawrence Durrell y su primera mujer en Corfú

En cualquier caso, amigos, si no lo habéis leído, id rápidamente a comprar el libro de Gerry (de Gerry/Larry diría yo), porque te puedes descomponer de risa.

Gerry, continuó despues su carrera de amante de los animales y conservacionista del entorno. Publicó varios libros sobre sus viajes para capturar animales vivos, como estos:




Bueno, son interesantes, y su actividad es muy noble, sobre todo salvando especies en peligro de desaparecer, pero les falta la chispa de gracia que tiene el libro de Corfú. Por eso, estoy seguro que mucha de la responsabilidad fué de Lawrence. Por cierto, en "Atrápame ese mono", en el capítulo 9, hace una pintura no muy halagüeña de Veracruz y sus funcionarios. Pero bueno, ese es otro tema.

Y ahora, oh amigotes, os voy a hablar de mi postre de cerezas, que lo prometido es deuda, qué leñe. Es un postre al estilo de Viena, pero no de Viena en Austria, sino de mi amiga Viena del blog "Sabores de Viena". He intentado seguir sus instrucciones al pié de la letra. Para empezar, hacen falta cerezas:




Lo cual no es difícil, porque este año son impresionantes. Parecen ciruelas de los gordas que son. Lo primero es quitarles el hueso, lo que para vuestro bloguero no fue fácil. A dedito limpio, me quedaron las manos tan rojas, que si en ese momento entra un poli en la casa, me lleva directamente a la trena: parecía que había asesinado a alguien.

Para continuar, nata, azúcar glas y gelatina:



Puse a calentar la nata y le añadí un poquito de canela (eso se me ocurrió a mí): Es que yo soy un caneloso:



Añadí el azúcar glas mientras se calentaba la nata:



Cuando ya estaba caliente (sin hervir), le añadí la gelatina que había, previamente, disuelto en leche (era gelatina en polvo)



Con ello, Oh amigos, llené una primera capa en un molde:




Y la metí a la nevera como cosa de una hora, hasta que se endureció: Puse una capa de cerezas:




Y le añadí otra capa de nata:



A la nevera otra vez. En la receta de Viena se ponen varias capas, pero a estas alturas, a un servidor se le había acabado la nata, así que solo me dió para añadir la capa final:


Y meter en la nevera durante tres o cuatro horas. Y ya está, facilito ¿eh?. Para desmoldar, hice lo que dice Viena en su blog: metí el molde en agua caliente. Se desmolda solito. Y helo aquí, con un trozo ya cortado:




Y el trozo en cuestión:




 Bien, lo que he aprendido es que no estoy muy seguro que la canela haya sido una buena idea y que hay que controlar la gelatina, porque salió un poco dura de más, en vez de temblona, como hubiera debido ser. En todo caso estaba buenísima.

PS: Por si os interesa, me pasa Viena un enlace en el cual os podéis descargar el libro en .pdf. Pinchad aquí.


Venga, besotes a todos